12.10.20

Enredadera

Atraviesa por la ventana el último sol del día

Pedazos de habitación se iluminan, reflejan, brillan.

Ladrillos al frente, rebotando toda idea que sale de mi boca.

A la derecha, un punto de fuga. 

Un balcón, verde.

La enredadera mancha las paredes y todo lo que toca.

Pienso,

el día en que se cansen de esa planta y la arranquen,

en esas paredes van a quedar sus raíces marcadas.

Incluso se llevará consigo pedazos de pintura, 

y si fueron muchos los años allí pegada, también concreto.

Así también es el amor, ¿o no?

Se arraiga, se expande, todo lo que toca lo hace suyo.

Cuando se va, quedan las marcas del pasado en la piel.

Pero a lo mejor tenemos suerte y encontramos,

en algún balcón,

con quien enredar nuestros pies bajo las sábanas, 

y nuestras almas en el amor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario