9.2.24

En esta andamos

Sigo escribiendo, por inercia supongo
Ante un teclado de computadora mi cuerpo exige
palabras, desahogo, algo, siempre. 
En octubre (o quizás un poco antes) 
comenzó este viaje
que aún no termina.
Ahora averiguando dónde están las tildes, 
pero vengo hace meses averiguando
qué es lo que realmente me trajo hasta acá
o quizás, qué es lo que me voy a llevar. 
La respuesta fácil: 
un par de documentos. 
La difícil?...
Qué meses intensos
cambié la ciudad, 
mi ciudad
por un pueblo de 3000 habitantes. 
Buenos Aires quedó a 11.000km de distancia
y allá mi gente, mis gatos, mi ranchito, mis plantas. 
A los 15 días de haber llegado dije
"bueno, se terminaron las vacaciones, 
hora de volver"
y esa urgencia de necesitar mi tierra
se volvió insoportable. 
El desarraigo,
qué difícil la vida del migrante. 
Pero qué bueno es poder elegir
y saber que ciertos planes 
tienen fecha de finalización. 
Hay mucho por decir
pero aún me quedan varias semanas por delante
antes de poder decir
estoy por fin en casa.

9.2.2024