30.1.17

Curioso destino

Y ahora el destino, irónico, me pone a vivir temporalmente a cinco cuadras de tu casa. Y es curioso tenerte tan cerca y no poder correr a tu puerta, tocarte el timbre, y abrazarte.
Es curioso tomarme el 132, caminar por directorio, y hacer el mismo recorrido que haces vos para ir a trabajar. Es curioso estar tan cerca, que si grito fuerte tu nombre, probablemente lo escuches.
Es curioso esto que me sigue pasando, después de más de un año y medio. En realidad, lo más curioso es que durante años fantaseamos con que yo fuera tu vecina, con que laburara cerca de tu casa, así vos te pasabas por mi trabajo antes de que te volvieras a tu casa. Fantaseábamos con que te colaras en mi casa. Fantaseábamos, los dos. Y a vos te encantaba.
Es curioso pensar en que ya ni sé quien sos, como sos, qué haces después de trabajar, a qué hora te levantas. Cuando antes lo sabía todo de vos. Y sin embargo, te sigo pensando, y sigo fantaseando. Y eso en realidad es lo curioso... Si realmente es tan irónico el destino o solo soy yo que sigue siendo la misma.

24.1.17

Incoherente corazón

Escribiendo exorciso un poco un par de fantasmas que me dejaste al irte. No se si cambia algo, al menos sé que no lo tengo más encima mío. Adentro sí, en mi corazón lo voy a seguir sintiendo, pero en mi piel se va lavando. Con besos ajenos y abrazos prestados intento olvidar el recuerdo que tiene mi piel de tu piel. Incoherencias sin punto aparte son las que escribo y digo desde que no estás, y quisiera que supieras lo mal que me hiciste, lo rota que me dejaste. Aunque en realidad sí creo que lo sabes... Pero no te importa, y eso es muchísimo peor. Yo te amé sin comas ni comillas. Vos me clavaste el punto final en la espalda mientras dormíamos en cucharita. Y te odio por eso.

Me quiero olvidar de vos y seguir mi vida como si jamás te hubiera conocido.