22.10.20

Lo que no voy a decir.

Qué difícil es querer escribir y no poder,
no poder por las miradas que esperan
atentamente, esa palabra tuya.

Esas miradas
que juzgan,
que critican,
que dudan.

Y esa palabra tuya
tan ambivalente y fugaz,
tan sin saber qué decir.

Quiero decir lo que se esconde por debajo
de la piel y de la mierda.
Quiero decir lo que estalla,
lo que explota el corazón.

No puedo.
Su mirada está sobre mí.
Esperando una señal, un indicio.
Y si no es la señal esperada,
guerra.

3 de junio, 2020

12.10.20

Enredadera

Atraviesa por la ventana el último sol del día

Pedazos de habitación se iluminan, reflejan, brillan.

Ladrillos al frente, rebotando toda idea que sale de mi boca.

A la derecha, un punto de fuga. 

Un balcón, verde.

La enredadera mancha las paredes y todo lo que toca.

Pienso,

el día en que se cansen de esa planta y la arranquen,

en esas paredes van a quedar sus raíces marcadas.

Incluso se llevará consigo pedazos de pintura, 

y si fueron muchos los años allí pegada, también concreto.

Así también es el amor, ¿o no?

Se arraiga, se expande, todo lo que toca lo hace suyo.

Cuando se va, quedan las marcas del pasado en la piel.

Pero a lo mejor tenemos suerte y encontramos,

en algún balcón,

con quien enredar nuestros pies bajo las sábanas, 

y nuestras almas en el amor.

10.9.20

Borradores

Varios borradores van quedando en este blog, escondidos atrás de algunos códigos cibernéticos que no entiendo. 

Cuántas palabras que no digo, cuántos sentimientos que no expreso.

Pero qué lindo lograr encontrar el lugar para sentirme libre de ser yo. Qué linda la noche abajo de la luna de costanera. El río y el rocío. La gente que pasa y se queda. 

En contextos como este, encontrar un punto de fuga es fundamental. 

Y fundamental es ser genuina. 

Y agradecer las Fresias y el aroma a primavera que me queda en la habitación. 

Lo que hay en esos borradores ya son pasado. 

Hoy me expreso en otro lado.



3.6.20

Florecer

El sol abrasador y el invierno 
son letales para las suculentas 
que se quedan afuera. 

O se queman
o se congelan,
y mueren.

Por eso yo prefiero
el otoño o la primavera.
En donde puedo también, 
florecer.