No tenemos control sobre nuestros cuerpos. Se tocan, se acarician, se besan. No dejan de hacerlo. Nuestras mentes, en blanco. No lo podemos evitar. No sabemos que pasa, quisiéramos encontrar una respuesta. No logramos despegarnos, parecemos dos imanes o solo dos personas enamoradas. Pero ¿qué es lo que pasa? ¿Cuando pasó todo esto? ¿Cuando nos enamoramos? fue en su casa, fue en la mía... No logramos resolver este misterio, este crimen que nuestros cuerpos están sometidos a cometer. ¿Cuando nos enamoramos? ¿en que momento paso? no lo recuerdo. Él tampoco.
Quisimos estar separados pero nuestros cuerpos lloraban y la extraña sensación de melancolía llegaba hasta nuestras cabezas. El corazón. Algo había pasado con nuestros corazones. ¿Por que? ¿Qué tenia? ¿Estaba enfermo? ¿O solo embriagado de de dolor? claro. El distanciamiento. No sentíamos nuestros corazones latir. Algo paso el día que nos reencontramos. Nos vimos obligados a volver a vernos. Nuestros corazones no aguantaban un día más sin el otro. El abrazo de reconciliación fue algo extraño. Sentimos algo los dos. Tuvimos miedo. Nuestras mentes ahora estaban conectadas. Una con la otra. Debimos haber consultado antes con ellas. Fue un impulso del corazón y no pudimos detenernos. Ese miedo se convirtió en alegría o confortabilidad unos minutos después.
Pero todavía no lográbamos entender que nos había pasado, nosotros apenas nos conocíamos... apenas habíamos hablado. Pero fue algo inevitable, algo irresponsable también. Nos faltaron las palabras, nos sobraron los besos.
Nos enamoramos... en cuerpo, alma y mente.
31.1.11
Te amaré en cuerpo y alma.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario